Pese a tener arraigada la cultura de ocio nocturno, la ciudad ofrece varias alternativas para salir de fiesta desde el mediodía
Es difícil establecer una norma, porque cada gran generación es un mundo, pero desde hace casi 20 años (ponemos en el horizonte el botellódromo del Paseo de los Curas en 2006) la cultura de ocio malagueña ha consistido en salir por la noche, y tarde. Es cierto que hay excepciones. De hecho, paulatinamente las horas se han ido acortando, pero hasta la llegada del Covid solo eran los ‘beach club’ los que ofrecían algo parecido a lo que hoy en día se conoce como tardeo. Sí, fue la pandemia y sus nuevos horarios y restricciones las que hicieron cambiar el rumbo de muchos malagueños que, si querían salir a divertirse, debían hacerlo con la luz del sol si querían estar un tiempo razonable de cachondeo.
Hoy en día parece que el tardeo se va asentando en la capital, con el Soho como uno de sus ejes, debido a la gran cantidad de oficinas nuevas que hay por la zona y la llegada del fenómeno ‘afterwork’ (copas después del trabajo), que hasta entonces se habían centrado en las terrazas de algunos hoteles que no acababan de generar un ambiente genérico de fiesta. La música en directo es una de sus señas de identidad, aunque quizá se centren casi todos (ahora lo leeremos) en el ‘flamenquito’, aunque hay toques ochenteros y alguna pincelada de ‘indie pop’ Empezando por el barrio ya mencionado, estas son alg